18 de septiembre de 2013

Bertrand Russell, una vida lúcida

Los grandes artistas y los grandes hombres de ciencia hacen un trabajo que es un placer en si mismo; mientras lo hacen, se ganan el respeto de las personas cuyo respeto vale la pena, lo cual les proporciona el tipo más importante de poder, el poder sobre los pensamientos y sentimientos de otros” Bertrand Russell


Dentro de unos días nos volveremos a ver para hablar del optimismo. Esta vez hemos elegido la novela de Jean Michel Guenassia,  El club de los optimistas incorregibles, una excelente elección que ya habrá tiempo de desgranar y reseñar. Le acompañan dos ensayos: La conquista de la felicidad de Bertrand Russell y  Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo de Barbara Ehreinrech.
El primer autor  elegido fue Russell, pero al leer su  trabajo, lo encontramos algo desfasado, sobre todo porque plantea soluciones a situaciones sociales que hoy ya no están presentes. Pero también lo es porque  muchas  de sus ideas  han calado tanto en nuestro pensamiento que hoy parecen obviedades.  Hace unos días escuché a  Jesús Mosterín decir en la Cadena Ser que el mundo habría sido mucho mejor si se le hubiera prestado más atención a Bertrand Russell. Como adelanto a nuestro próximo debate, comparto con vosotros este interesante análisis que hizo sobre su vida.

13 de septiembre de 2013

Tema: El optimismo

Cuando aún tenemos reciente el batacazo de los Juegos Olímpicos de Madrid 2020, parece un buen momento para reunirnos a hablar precisamente del optimismo, de sus luces y sus sombras, de la ayuda que presta y la realidad que enmascara. 

Según decían algunos, Madrid se merecía esos juegos porque el país necesitaba una inyección de optimismo, pero eran muchas las voces que reclamaban que lo que el país necesitaba es más bien una buena dosis de realismo.

Llevamos décadas oyendo hablar del pensamiento positivo como la cura de todos los males. ¿Te va mal con tu pareja? Piensa en positivo. ¿Problemas de trabajo? Piensa en positivo. ¿Te estás muriendo? Piensa en positivo también. Pero ¿es el optimismo la panacea? ¿o es una forma de manipulación?

Cabe decir que incluso las personas más cautas y críticas, practican el positivismo, aunque solo sea como una forma de ocultar a los demás su tristeza, su pesimismo, su miedo o, en definitiva, su debilidad. ¿Hasta qué punto la imagen que tenemos de nuestra situación influye en cómo nos ven los demás? ¿No es el positivismo también una estrategia de ocultación que nos permite conservar nuestro estatutos y nuestras relaciones?

Los libros que hemos elegido para hablar de todo esto son El club de los optimistas incorregibles, de Jean-Michel Guenassia, La conquista de la felicidad, de Bertrand Russell y Sonríe o muere, de Barbara Ehrenreich.




10 de septiembre de 2013

Un ejemplo más de los beneficios de la música para una sociedad


El diario ABC ha publicado un interesante artículo sobre un proyecto musical que ayuda a rescatar a los niños de ambientes de miseria y violencia. El proyecto, creado en Venezuela con el nombre de “El sistema”, ha sido reproducido en Inglaterra con el nombre de “In Harmony”, con iguales resultados. 

Comparto algunas citas del artículo:

“Un informe en 2012 de la Ofsted, departamento gubernamental responsable de mantener el nivel de educación, y calidad de guarderías y colegios en Inglaterra concluía que: «Ha quedado muy claro que la participación en el programa 'In Harmony' tiene un gran beneficio para el desarrollo personal y social de los alumnos, así como para su nivel de educación general. Como dijo uno de los padres: 'La música ha dado a nuestros hijos el respeto por sí mismos, el respeto por los demás y el respeto por la educación'».

«Cuando los niños ven que a base de trabajo pueden realizar incluso la música más difícil, se ganan la confianza para luchar por todo aquello que puedan desear en la vida».

Si queréis leer el artículo, pulsad aquí.

Me gusta especialmente el lema del proyecto inglés: “changing lives through music”.